En un divorcio o separación, nuestros hijos suelen llevarse la peor parte.

Pero ¿tiene que ser así?

Peleas por la custodia, por el dinero, ¡hasta por los muebles!

Con la separación acompañada vuestro proceso pueden ser muy diferente.

Separación acompañada

Con la separación acompañada: ¡Deja atrás las discusiones!

En la separación acompañada, atenderé a ambas partes de manera individual, dedicando el tiempo que sea necesario, para estabilizar las emociones y así lograr un acuerdo satisfactorio. Podrás asumir este cambio de vida sin sentirte sola.

Recibirás herramientas para poder mantener las conversaciones incómodas imprescindibles. Tendrás una persona que se comunique por ti, causando el menor dolor posible a la otra parte. Podrás entender de mejor manera esta cascada emocional que no sabes dónde colocar.

¿Y cómo se lo decimos a nuestrxs hijxs?

No te preocupes, en el proceso de separación acompañada, haremos una sesión conjunta específica para afrontar ese momento y decidir qué dice cada parte y de qué manera acompañarles en ese momento tan complejo para ellos y ellas. Sabrás como comunicarles la noticia en función de la edad de tus hijas e hijos.

Pensamos en lo mejor para tus hijos, en el momento más difícil…

Con la separación acompañada, vuestras hijas e hijos están en el centro. Todas las decisiones se tomarán teniendo en cuenta las necesidades y singularidad de las personas que más os importan. Ellas y ellos serán nuestra guía para tomar las mejores decisiones.

Mediante el proceso de separación acompañada, construiremos una familia en dos hogares.

Deja atrás la idea de una familia rota. Durante el proceso, descubrirás que podéis continuar siendo una familia, pero en dos hogares. Llegaréis a pactar partes de crianza en ambas casas, sin perder la identidad de cada parte.

¡Pero la separación acompañada, debe ser muy cara!

En una separación contenciosa, cada parte paga un abogado o abogada y por tanto procurador, sale entre 4000 y 7000€ entre las dos partes. En el caso de la separación acompañada pagaréis la sesiones una a una. El convenio, que trabajaremos entre las tres, supone un desembolso mucho menor que lo que se le pagaría a un abogado.

En caso de querer legalizar el convenio, el trabajo del abogado, en este caso sólo es necesario un profesional para ambas partes, es tan menor que su tarifa se reduce significativamente. En resumen, tendréis un servicio mucho más completo por casi la mitad de precio y pagando poco a poco.

Ahorro a lago plazo

Gracias a mi metodología de separación acompañada, lograremos mantener, de la mejor manera posible, la estabilidad emocional de cada parte. Esto es muy necesario para poder llegar a acuerdos con la máxima lucidez posible. Llegado el momento de la mediación familiar, que es la fase final de la separación acompañada, el objetivo es que ambas partes ganen, y eso hace que los acuerdos se mantengan en el tiempo, ahorrando futuras controversias y nuevas denuncias.

Pero, qué ocurre si dentro de un tiempo no estoy conforme con lo que he acordado?

El proceso de separación acompañada se alarga en el tiempo. La custodia que quedará por escrito es la última de las que iremos pactando, y probando, por el camino, por tanto es probable que sea la mejor.

En cualquier caso, mi función es dotarte de herramientas de diálogo y negociación con tu ex, manteniendo a los hijos e hijas al margen (y a salvo de discusiones o incluso batallas), para que lo podáis resolver mediante el diálogo.

Pero si no fuera posible y se tuvieran que hacer nuevos pactos porque los niños han crecido o hay novedades significativas en la familia, siempre podremos resolverlo con alguna(s) sesión(es) de mediación, ya que conoceré vuestro caso y vuestra familia y sabré cómo hacerlo sin tener que empezar de zero.

Llama, escribe o pide cita para compartir tu caso y saber cómo puedo ayudarte.

Testimonios reales:

“Teresa es una gran profesional que ha sido capaz de acompañarnos a mi expareja y a mi en el arduo camino de la separación. Solo tengo palabras de agradecimiento por su saber estar, su discreción, su profesionalidad y su buen hacer.”

Laia P.

“Teresa es una persona con mucha inteligencia emocional que le permite hacer procesos de conciliación familiar muy provechosos. Si sois una pareja pensando en separaros, acudid a ella antes de a cualquier abogado. Os va a ayudar a pactar, a reducir mucho las discusiones y a limar los desacuerdos.”

Frederic H.

“Las sesiones con Teresa son siempre desde la sensibilidad, la generosidad, la empatía y el no juicio hacia nada ni nadie. Desde mi punto de vista, es una gran profesional que sabe tratar con gran delicadeza cualquier aspecto desde el constructivismo para hacernos unos padres empoderados y empáticos.” 

Laura B.