En apenas unos días #Chile será protagonista del gran referéndum, después del NO a Pinochet 1988, donde toda la ciudadanía podrá decidir si quiere cambiar la constitución o seguir con la de 1980 que dejó el dictador.
A pesar de las reformas constitucionales que se han hecho, ésta no responde a las necesidades reales de la población ni limita el poder político.
El 18O de 2019 hubo intensas y múltiples protestas, #estallidosocialchile , exigiendo una vida digna para ancianos, estudiantes, precarias. Y por fin un mes más tarde, se anunció un acuerdo político para generar una nueva constitución.
El primer paso es el referéndum, el plebiscito nacional. Esta nueva constitución se realizaría idealmente, mediante un proceso constituyente de aproximadamente un año de duración. Ése tan prometido por Bachelet en 2015 y que abandonó tan alegremente, por fin parece que llegará.
LOS PUEBLOS HACEN Y ESCRIBEN LA HISTORIA
Las preguntas que se harán son:
«¿quiere usted una nueva Constitución?» (Apruebo o Rechazo) y «¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución?» (Convención Mixta Constitucional o Convención Constitucional).
40 años de lucha. 40 años de injusticias y abusos institucionales. #BastaYa
Hago este post porque desgraciadamente apenas he visto noticias aquí, que nos informen y nos tengan al día de esta hermosa y maravillosa #lucha.
Supongo que el estado y los gobiernos de la #transición, deben estar temblando, no sea que se nos ocurra aquí también cambiar la Constitución Española de 1978 arcaica, clasista e injusta.
26 de octubre 2020
Y llegó el gran día en el que el 78% de los participantes han elegido cambiar la Constitución chilena mediante una asamblea constituyente.
Por primera vez en la historia del mundo, un país tendrá una Constitución redactada por personas sin vinculación a ningún partido, elegidas democráticamente mediante un proceso constituyente.
Ha sido una victoria contundente y una “dura derrota” según el propio presidente Piñera que se oponía a este cambio.
Desde el otro lado del mundo, felicito a todos los chilenos y chilenas que pusieron su voz, su amor y su cuerpo para llegar hasta aquí. Muertos de envidia y deseando que Chile sea el primer país que despierta, pero no el último.